Recomendaciones para el control del dolor crónico
El dolor crónico es aquel que tiene una duración mayor a los 6 meses. El dolor crónico suele ser la manifestación de un proceso patológico en el cuerpo y de la alteración en el funcionamiento del sistema nervioso encargado de la construcción del dolor en el organismo. En este artículo se exploran aspectos generales y recomendaciones para el manejo natural del dolor crónico
El dolor crónico es frecuente y con variaciones según la edad. Se ha estimado que hasta un 45% de la población mundial lo padece. Sus consecuencias son múltiples y no sólo inscritas en el estado físico de salud, también produce un impacto negativo sobre la calidad de vida y el estado de salud emocional, la depresión es el trastorno emocional más frecuente en personas que padecen dolor crónico.
Factores que incrementan el dolor crónico
Diferentes factores internos y externos pueden dar lugar a un incremento en la intensidad del dolor. Conviene conocerlos porque varios de ellos estan relacionados con aparentes recaídas en enfermedades crónicas y con un empeoramiento del dolor.
- Experiencias dolorosas anteriores. Como se ha afrontado y padecido el dolor anteriormente.
- Expectativa del dolor. El pensamiento en un dolor que será de mayor o menor intensidad.
- Actitudes y emociones hacia el dolor. Emociones negativas como la tristeza y miedo, así como actitudes negativas hacia el dolor incrementan su intensidad.
- Capacidad para realizar actividad cotidianas
- Realización inadecuada de actividad física o sedentarismo
- Incremento en la inflamación general en el cuerpo o en la parte del cuerpo afectada
- Niveles altos de estrés
- Mala red de apoyo para afrontar el dolor
- Clima frio y húmedo
Enfermedades que producen dolor crónico
Son varias las enfermedades que pueden causar dolor crónico, muchas de ellas enfermedades crónicas (aprende sobre las causas de las enfermedades crónicas):
- Cáncer
- Enfermedades musculoesqueléticas. Dentro de estas se encuentran las enfermedades autoinmunes, la gota, artrosis y discopatías.
- Migraña y cefalea
- Obstrucciones de la circulación sanguínea
- Daño de estructuras corporales por traumatismos o cirugías
- Daños en los nervios que constituye el dolor neuropático
Recomendaciones para el control del dolor crónico
Pueden realizarse varias intervenciones dirigidas a controlar la intensidad del dolor crónico. Como es apreciable, sobre el desarrollo del dolor crónico intervienen múltiples factores y por tanto su control requiere de la intervención sobre múltiples factores, este es el motivo por el cual los dolores crónicos multifactoriales no mejoran mediante el consumo de un único medicamento. A continuación te mostramos recomendaciones para el manejo natural del dolor crónico:
Actividad física. El ejercicio es una terapia adecuada para disminuir la intensidad del dolor. Debe idealmente ser prescrita por un profesional de la salud y con una intensidad que el cuerpo soporte.
Dormir bien. La calidad del sueño adecuada es fundamental para la estabilización en el funcionamiento normal y natural del cuerpo. El tiempo de sueño varía entre las personas entre las 6 y 10 horas. La sensación de cansancio al despertar es una señal indiscutible de un sueño de mala calidad.
Alimentación. Las frutas rojas y amarillas, los frutos secos, el chocolate sin azúcar añadida, miel de abejas y los pescados de mar son alimentos que contribuyen al control de la inflamación en el cuerpo y a la reducción de la intensidad del dolor crónico.
Control del estrés y las emociones. Intentar mantener una actitud positiva, reducir las ideas negativas repetitivas hacia el dolor, evitar ideas de minusvalía y realizar actividades relajantes dos veces por día son recomendaciones útiles para lograrlo. Las actividades relajantes varían de entre personas, ejemplos de ellas son leer, escuchar música, meditar, hablar con otras personas, orar, asistir a terapias de masajes.
Medicamentos y productos naturales. Son varios los productos naturales que poseen propiedades para el control del dolor. Dentro de estos se encuentran el harpagofito, cúrcuma, glucosamina, colágeno, propóleo y apitoxina.
Referencias
- Roren A, Daste C, Coleman M, et al. Ann Phys Rehabil Med. 2022 Feb 28:101650. doi: 10.1016/j.rehab.2022.101650
- Flegge LG, Lake E, Truesdale C, Craner JR. Scand J Pain. 2022 Feb 14. doi: 10.1515/sjpain-2021-0188
- Sud A, Buchman DZ, Furlan AD, Selby P, Spithoff SM, Upshur REG. Am J Public Health. 2022 Feb;112(S1):S56-S65. doi: 10.2105/AJPH.2021.306500